Soy filósofa de mi propia existencia, es decir, poetisa
Soy filósofa de mi propia existencia, es decir, poetisa

El sentido de la vida (reflexiones estoicas)

Aún en Santander… ante la mar, me encuentro con esta concha iridiscente y viajo hasta Zenón el Estoico.

La proporción áurea de esta concha, con sus agujeros creciendo armónicamente entre destellos de amplio espectro cromático, es un ejemplo muy bueno de lo que realmente es ley, orden y fuerza divina: la Naturaleza.

Todas las demás leyes que pretenden imitar el orden cósmico para que haya un supuesto orden social no son más que artimañas para que los humanos nos vayamos reprimiendo y olvidando de aquello otro divino.

Si todos viviéramos conforme a la naturaleza, no harían falta las absurdas reglas, pero todo este show nos mantiene dependientes de un sistema podrido que se sustenta gracias a nuestro conformismo.

A veces los trámites cuestan dinero (tiempo y energía vital consumidos en parafernalias absurdas) y son una tortura pasajera. Lo importante es otra cosa, es el fin… La vida es el sentido, el sentido es la vida, como vivir contemplando esta conchita iridiscente del océano Atlántico.

Mi poesía, en la que busco alcanzar la divinidad

Ropa diseñada por mí