El tambor de la noche agita el pulso, la niebla se me revuelca del hálito: solo la boca llena elude la piel. La luna llena del párpado agotado sofoca al gritar de brillo: tus albores; batiendo con boca plena me clavas luceros. Carnoso caos, ¿por qué sonríes a los párpados? […]