Soy filósofa de mi propia existencia, es decir, poetisa
Soy filósofa de mi propia existencia, es decir, poetisa

Dyehuty: lira, tiempo, arrepentimiento

Mirando entre mis textos, me acabo de encontrar con algo que había olvidado por completo: una canción que escribí allá por el año 2010. Me inspiré en la deidad egipcia Dyehuty, que es como en idioma original se conoce a Tot.

Me ha resultado bastante inquietante esta letra, pues de repente recordé lapsos de cuando la escribí y que la dejé abandonada por no considerarla de mayor importancia. La escribí forzada. Pero ahora que vuelvo a leerla diez años después, me sorprende haberla creado, aunque siento una cierta despersonalización, como si no hubiese salido de mí. Esto muchas veces me ha ocurrido al releer viejos textos de mi autoría. Debe ser porque ya no soy, en cierta manera, la misma.

Ahora la comprendo mejor. A veces cuando escribo, no sé muy bien qué escribo ni por qué, pero el poema espera paciente a que en el tiempo justo vuelva a ser reencontrado para decirme algo importante. Mi antigua yo me habla.

Antes del poema, me hice estos apuntes:

• Dios lunar, el sol de la noche
• Pesaje de las «almas» en una balanza, el juicio de Osiris, codificaba las ceremonias que transforman a los muertos en espíritus
• Inventor de la escritura y de todas las palabras
• Medidor del tiempo, Señor del Tiempo, estableció el primer calendario
• Inventor de la lira

Espíritu pecador ante la muerte con Dyehuty: ¿es tarde para arrepentirse? Hube usado su lira, su tiempo, su lenguaje… Hube pecado en la vida también. ¿Le alabo, o no sirve ya? ¿Qué pesa más?

Pesadilla.

Y el poema, o mejor dicho canción, sigue así:

DYEHUTY

Me estoy fugando solo brevemente,
soy muy rápida, no llevo reloj…

Pruebo a volar sobre mis zapatillas
para soltar el vértigo que la espalda arrolla,
y acaban hundidas las pupilas
en la noche que tras tu firma hace cola.

Al mirar tus pestañas
oigo el eco de los platos rotos,
son moscas que enhebradas…

Al mirar tus pestañas
oigo el eco de los platos rotos,
son moscas que enhebradas
brindan con plata mi último soplo.

Al mirar tus pestañas
oigo el eco de los platos rotos,
son moscas que enhebradas…

Si me fulmino, dame tu palabra,
voy fugaz con el tiempo asido a tus yemas;
y si las sombras cortan la balanza,
sudaré un fuego que enfríe mis venas.

Al mirar tus pestañas
oigo el eco de los platos rotos,
son moscas que enhebradas…

Al mirar tus pestañas
oigo el eco de los platos rotos,
son moscas que enhebradas
brindan con plata mi último soplo.

Al mirar tus pestañas
oigo el eco de los platos rotos,
son moscas que enhebradas…

Estoy llegando al colchón lentamente
y a mi lado suena el despertador.